domingo, 25 de marzo de 2012

Gracias!!!!


Hoy les  quiero agradecer y me siento  muy orgullosa, por lo que quiero contarles  que ya tengo 2025  visitas en este Blog, que sólo tiene 48 historias y sé que en mi familia a más de alguna Doctorada o Máster en perfección le debe poner los pelos de punta, ya que el sólo hecho de que  escriba en primera persona y me arriesgue a poner mi nombre es pecado mortal y merezco ir directamente al infierno, pero como a mí los retos me atraen  y mucho, no puedo dejar  de hacerlo, por lo que hoy les hablaré de mi familia de origen.

Sé por las estadísticas que me llegan que me leen de todo el mundo, incluso algunas historias han sido leídas en Rusia, por lo que esta será un baño sociológico para entender un poco a nuestra sociedad chilena que se formó con la llegada de los españoles a Chile, que por cierto los primeros que llegaron no eran de los más pitucos o elegantes que digamos, ahí algunos se mezclaron con los mapuches que fue lo mejor que pudieron haber hecho, ya que era sangre nueva y limpia... Pero al poco andar y después de varias guerras entre mapuches y españoles llegaron estos últimos desde la madre patria provistos de títulos de noblezas, encomiendas y dineros.  Venían a trabajar las tierras conquistadas, dentro de esos venía un señor Errázuriz antepasado mío, al que le debo ser una señorita y comportarme como tal... pero sucede que ni chozno mío debe ser el caballero y ni media hoja de la encomienda recibí yo!!!! Aunque he de reconocer que el apellido es bonito y en algunas partes me abre puertas y en otras me las cierra en las narices.

Somos cuatro hermanos, que nos críanos en el campo, recuerdo a mi mamá que siempre nos dijo que el apellido era como el número de las vacas  en las orejas, el que tocaba , tocaba y solo era para distinguir unas de otras y así crecí con este número en la oreja. Cuando nos fuimos a la ciudad por el colegio, mi mamá que era una socialista de avanzada, me refiero a que ella era como para vivir en un país nórdico, no como para andar tirando piedras como acá, me puso en un liceo, porque según ella era la mejor educación, a la primera semana me habían robado el estuche,  al mes  la profesora jefe, una gorda de anteojos, me llamó al lado de el piano y me dijo ¿Qué haces tú acá? Tú no tienes nada que hacer en este Liceo, eres de apellido Errázuriz y tu papá tiene campo!!! Desde ese día empezó la persecución por parte de ella y no terminó, hasta que me cambié a uno privado y de verdad mi vida fue distinta.

Estaba acostumbrada a llegar del colegio a subir al caballo, correr en él sentirme libre, subía y bajaba de los árboles a mi antojo, me iba a la casa de los inquilinos que me adoraban y me daban pan con ajo, que en mi casa estaba prohibido, leía y leía, mi yegua la Musaraña cuando la desensillaba y la llevaba al corral me seguía, ya me conocía, no fue fácil para mí, a los doce años irme a la capital.

Me imagino que tampoco lo fue para mis hermanos, salvo para la menor que se había criado con mis abuelos por un grave problema de salud de mi madre.

En ese tiempo yo era muy tímida, claro venía de una familia muy tradicional, de costumbres muy arraigadas, como por ejemplo que los niños antes de los doce años no podíamos sentarnos en la mesa y, si por algún motivo nos permitían hacerlo, no debíamos hablar bajo pretexto alguno, así se fue formando mi personalidad, callada, observadora pero he de decir que muy enamoradiza, aunque eso es tema para otro cuento.

Cuando tuve que dejar todo lo que me protegía y llegar a una selva de cemento, me volví más insegura, tenía susto de tomar una micro, de preguntar una dirección en una calle era de terror para mi, y que esa profesora me haya hecho aquel comentario, imagínense, me dejó sin dormir por mucho tiempo. Aparte de eso yo era llorona, porque nací bipolar y nadie se dio cuenta nunca y siempre fui melancólica, me quería morir, todo el tiempo estaba enamorada del que no me correspondía y así fui creciendo pensando que era fea, que todo lo hacía mal, que no merecía vivir y todas esas cosas que pensamos los bipolares no diagnosticados, mis hermanos se reían mucho de mí y obviamente me molestaban, claro entonces me volví rebelde por lo que pasaba castigada todos los meses sin salir.

Mi mamá que había estado muy enferma y la habían desahuciado, no reconoció los síntomas en mí y creo que deber haber sido de terror de ver un hijo enfermo, amén en esos tiempos no se sabía nada de esto.

Soy la mayor de mis cuatro hermanos, después viene un hombre vamos a decir que se llama Juan, él nació con toda la bondad que una persona puede tener, es lo máximo, además es inteligente!!!! Arregla todo, no sé cómo se le puede  ocurrir tanta cosa, perdona todo y es capaz de darte su plato de comida si ve que tienes hambre. Pero también es tímido, y la vida es dura teniendo esta condición.

Mi tercer hermano se llama Pedro, tiene la gracia de ser divertido, amigo de sus amigos, y un excelente papá, nunca pensé que lo sería, porque era muy machista, incluso le decía el ayatola (haya toa las weas malas) pero me equivoqué, lo que sí creo que es un poco intolerante, y poco cariñoso, como hermano digo yo....

Mi hermana menor, uf... ella es perfecta, ella encuentra que no debo escribir este Blog, menos contar mis aventuras en primera persona, ya que estoy avergonzando a toda la familia, es que el apellido es lo importante ustedes saben.... Ella es regia, inteligente y cuando quiere muy simpática, pero lamentablemente son pocas las veces que así lo quiere.

A mi la timidez se me empezó a pasar después de un viaje que hice a USA en el año 1982, al salir del colegio, cuando debía volver, me dije he de hacer algo conmigo para no llegar igual que siempre, y no seguir siendo la misma gansa del curso, porque esa era yo, entonces me corté el pelo, me teñí un mechón Calipso y otro fucsia, llegué con una mini de jeans, pantis Calipso , calcetines amarillos y unos botines cortos de gamuza, polerón del mismo color de las medias y unos aros de alfiler de gancho. Cuando me fueron a buscar mis hermanos con mis papas no lo podían creer, no me reconocían, y en la calle la gente me paraba para decirle al del  lado mira tiene el pelo de tal color!!!!! En realidad si pasé esa prueba, la timidez se fue ese mismo día.

Jel

No hay comentarios.:

Publicar un comentario